Pasó el 15 de Noviembre. No era ninguna fecha especial o por lo menos no prometía serlo. Estaba en mi casa, como cualquier otro jueves normal. De hecho, ni siquiera estaba arreglada, mi vestimenta era bastante hogareña. No entiendo como pude despertar semejante atracción por parte de Mateo. Son raros los casos cuando un chico adolescente se descontrola a tal magnitud de parecer un completo idiota inexperto.
La relación que existía entre ambos no era más que una sencilla amistad, ni siquiera éramos amigos cercanos. Lo veía muy esporádicamente, sólo en ocasiones donde el destino se encargaba de cruzarnos.. nada importante. Pero aquel jueves fue distinto. Supe que era distinto desde que abrí el email que titilaba en mi bandeja de entrada. Tenía como asunto: "De vida o muerte". Lógicamente, mi primera reacción fue de pánico, temía por aquel chico. Pero luego cuando leí el mail lo entendí todo, tenía algo importante que decirme.
Mateo vino muy puntual, demasiado puntual para querer parecer casual. Cuando lo vi confirme mis dudas, ésta iba a ser una noche muy curiosa. Lo hice pasar, haciendo un gesto de cortesía en un intento de disipar la tensión que era demasiado obvia en el ambiente y se veía reflejado en su rostro. Siempre había dicho que Mateo tenía una sonrisa muy linda, muy amable y cálida para decir verdad, pero esta vez había un rastro de indecisión. No sé cuando la verdad me volví tan observadora, bastaba verle la mirada para saber que tan ansioso, indeciso, temeroso y hasta un poco incómodo estaba, pero también había algo más en aquella mirada, algo que me costó mucho más reconocer. Cuando por fin lo hice supe que era la esperanza.
L: Wow! Qué guapo estas, de aquí a dónde te vas ¿?
M: En realidad.. No tengo más planes -Lo dijo mirando al piso, con una timidez única-
L: Ah manya, entonces que afortunada soy. -Mi intención no era más que disipar la tensión que embargaba la habitación, pero quizás el lo tomo como algo más..
M: Lu, hay algo que vengo intentando decirte desde hace algunos meses, créeme que no es fácil para mí..
No podía creer que estuviera tan nervioso sólo por estar a punto confesarme que sentía algo por mí. Es decir, vamos, no es la gran cosa o si ¿? Sólo es un poco de atracción física, nada importante.
L: Mateo, me estas empezando a asustar. Primero ese email rarísimo, luego tu actitud y ahora esto. Puedes dejarte de rodeos y decirme de una buena vez que es lo que me quieres decir ¿?
M: Es que tu no entiendes, tu no tienes que pasar por todo esto, tu sólo..
L: No te entiendo, te pasa algo ¿? Estas enfermo ¿?. -Ok, hacerme la ingenua no era la mejor solución, pero si quería que me dijera de una vez lo que sentía por mi, tenía que darle una ayudadita, no ¿?
M: Puedes dejar de suponer, qué lo único que haces es empeorar y dificultar aun más las cosas ¿? L: Ok, te escucho.
M: Me gustas, me gustas mucho.
Después de haber estado esperando que me dijera lo que sentía por mí, no me imagine que era lo que yo ahora le podía decir. Estaba en estado de shock, no sabía que decir, que pensar, como actuar. No sabía absolutamente nada. En qué momento pasó todo esto ¿? Nosotros ni nos hablábamos tanto. Prácticamente éramos dos desconocidos. Quizás en lo segundo este exagerando, pero el punto era que no atinaba a decir nada.
M: Sabía que no me ibas a corresponder, pero jamás imagine que ibas a poner esa cara de traumada. Risas.
L: No es eso, sólo que jamás me lo imagine. -Sí claro, jamás imagine que me afectaría tanto.-
M: No es necesario que me digas que sientes lo mismo, yo sólo quería que lo supieras y nada más.
Tampoco es que hubiera pensado en decírselo, pero estaba bien que no esperara una respuesta de ese tipo.
L: Mateo, yo ahorita no tenía planeado esto. Sabes que en este momento mis prioridades son otras, yo no ..
M: Espera, antes que termines te quiero decir que no te estoy diciendo para ser enamorados, sólo quería que sepas que me gustas mucho, me tienes loco.
Oh vamos Mateoo!!! supuestamente me intentas tranquilizar y lo único que haces es ponerlo todo peor, me pones más nerviosa. No lo notas ¿? Eres tan hombre. Pero solo dije:
L: No me la haces tan fácil ah, pero está bien, creo que puedo vivir con esto. -Solté una risa tímida-
M: Espero que esto no cambie nuestra amistad, en serio eres muy importante para mí.
L: Tenlo por seguro. Todo será como antes.
Lo abrasé y le di un beso en la mejilla, creo que por un momento pensó que el beso iba a ser en otro lugar pero luego lo consideró y se dio cuenta que eso era imposible.
Lo pude notar otra vez en su mirada.